viernes, 18 de marzo de 2011

Por tanto tiempo.


Considerando muchos caminos a elegir solo en mi corazón existe una razón para seguir, sólo tu Señor tienes la luz que logra encender mi oscuridad, en ti logro encontrar la fe que me hace falta para sentir, comprender y asimilar la verdad que debo confrontar, esa verdad que busco en cada cosa que hago, en cada paso que doy sólo hay un anhelo tangible y es la ansiedad de encontrarte en todo, en no mirar alrededor para realizar algo bueno, en no pretender obtener reciprocidad en las cosas que realizo; es el saber que todo lo que ofrezco es porque tú me has dado la gracia, el don, el propósito sublime para hacerlo y disfrutarlo de una manera tal que mi alma no deja de añorar ese encuentro contigo, ese abrazo inigualable, esa sensación de estar de nuevo en casa, el lugar donde me creaste, donde pensaste cada segundo que yo viviría, cada momento que mi ser sentiría, cada melodía que yo evocaría. Que plan tan perfecto creaste para mi, que regalo tan hermoso el que has preparado; Gracias Señor por escogerme entre la multitud para ser parte de tu plenitud de amor y perdón, de los que tienen el privilegio de conocerte y tenerte dentro de sí, convirtiéndonos en sagrarios vivos, en reposo de tu divinidad, custodios de tu alma; que gozo más grande es el sentirte tan cerca a pesar de mis problemas, a pesar de la miseria que rodea a mi ser y no me permite ver ni comprender que tu principal objetivo es sembrar la fe en mi misma, es hacerme entender que sólo confiando lograre encontrar las respuestas que por tanto tiempo espere descifrar.

viernes, 11 de marzo de 2011

El Silencio.


Para algunos es igual a la soledad, en otras circunstancias podría parecer incomodo el convivir con él y para muchos es gracia el vivirlo. El silencio más que un momento es un lugar, ese lugar en donde se logra ver la verdad, un lugar en donde se encuentran los miedos, la vulnerabilidad más profunda del ser y la necesidad de buscar algo mas; allí en ese encuentro las lagrimas son signo de purificación y la paz más que un anhelo es el ambiente en el cual coinciden los sueños con la realidad que nos rodea, la pobreza del corazón con la grandeza recibida por Dios. Definitivamente el silencio es el lugar más deseado por muchos y más temido por otros, lo cierto es que es algo inevitable, cuando aparece no hay mas nada, en él la oscuridad es hermosa y la humildad se queda corta, las ventanas del alma se abren para ser visitadas por la sanación, el perdón crea una posada en el corazón y el amor de Dios abraza tus miedos.

El silencio es inspiración y motivo para seguir, es la bondad de Dios reflejada en nosotros, es angustia y serenidad; el silencio no es mi voz sino la de Dios, no es castigo es purificación, el silencio existe para salir de mi y entrar en gracia, el silencio es justo y necesario.