viernes, 16 de septiembre de 2011

Cuando.


Cuanta necesidad y ganas de desistir, la injusticia es tangible, mientras que las paredes están más cerca del suelo; tan solo escucho a un mundo que ruega por una caricia, por un sentir y una razón para luchar y seguir, nuestra indiferencia ante la agonía de nuestro alrededor ha transformado nuestro corazón en un lugar donde sólo habita nuestro sentir y nuestras necesidades, donde no hay cupo para una sonrisa, un corazón que se convierte en testigo del desprecio y el fastidio, va cambiando nuestro interior y haciéndonos más grandes ante los ojos de la vanidad y tan invisibles a los ojos de Dios.
No permitamos que nuestros días se conviertan en algo sin sentido, hay que encontrar el modo de transformar las situaciones del día a día en un mundo lleno de color, pues la belleza no se encuentra en otro lugar, es allí cuando todo se va tornando oscuro cuando nos dejamos sorprender por la luz, es habiendo sentido la soledad cuando aprendemos a valorar la compañía, es en medio de la tristeza que se hace presente la alegría y es allí en la indiferencia cuando logramos por fin identificar el Amor.